23 noviembre, 2024

Sacyl mejora el protocolo para la extracción de muestras de sangre en casos de presunto consumo de alcohol o drogas

Se establece un proceso seguro y trazable en la extracción, custodia y análisis con interés toxicológico y legal en colaboración con la DGT y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Se corrige con ello una serie de deficiencias en las instrucciones vigentes hasta ahora, que databan del año 2004.

El consumo de alcohol y drogas tiene una clara incidencia sobre la seguridad vial y aún está muy presente en los accidentes de tráfico graves. Pese a que el número de conductores que conduce bajo los efectos del alcohol ha descendido de forma muy notable desde el año 2000 –se ha pasado de un 12,8 % de conductores que aseguraba haber cogido su vehículo después de haber consumido alcohol a un 4,2 %-, el problema sigue existiendo y sus consecuencias pueden ser muy negativas.

La prevención en esta materia es un reto para los sistemas de salud y la cooperación entre administraciones e instituciones es esencial. En 2004, Sacyl dictó unas instrucciones destinadas al personal sanitario sobre cómo proceder y colaborar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para la extracción de muestras de sangre con interés médico legal o contraste solicitado por el individuo para la determinación de alcohol o drogas.

Pero se han detectado algunos puntos críticos en los que no se cumplía con los requerimientos que exige la ley para los análisis toxicológicos con interés judicial. Algunos de los principales problemas son, por ejemplo, el inicio tardío del procedimiento y sin garantía de trazabilidad en la extracción ni en la manipulación de las muestras, ya que se recurría a recuperar del laboratorio de Urgencias las muestras biológicas que habían sido extraídas con interés terapéutico y que habían sido procesadas; también, si el usuario no requería hospitalización, no quedaba reflejado el episodio en su historia clínica; además, no se obtenían las muestras más idóneas y la custodia y trazabilidad de las muestras no siempre estaban garantizadas ni se procesaban por las técnicas de referencia.

Para tratar de superar estas deficiencias, este protocolo desarrolla un procedimiento que establece un proceso seguro y trazable en la extracción, custodia y análisis con interés toxicológico y legal. Para ello, se ha recurrido al asesoramiento de experto de la Dirección General de Tráfico, la Guardia Civil, la Policía Municipal, jueces, fiscales, forenses y expertos en análisis de drogas y alcohol del Instituto Nacional de Toxicología.

Así, a partir de ahora, cuando el análisis lo solicita la persona a la que se le ha hecho un control por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el médico rellena un formulario y la enfermera extrae la muestra; el formulario también lo firma la enfermera y el policía o guardia civil que le ha acompañado, así como el particular. Esa muestra la lleva la persona de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la remite al laboratorio concertado, que analiza la muestra con la técnica de referencia.

En caso de realizarse un análisis por un accidente de tráfico, se solicita la extracción y se guarda en una nevera con custodia hasta que llegue la Orden judicial con la autorización para en análisis; posteriormente, se envía a un laboratorio homologado para hacer las técnicas de referencia.

Otras acciones

Además, se han llevado a cabo otras iniciativas para potenciar el papel de los profesionales de la salud en la detección e intervención precoz para prevenir el consumo de drogas y sus consecuencias, con una intensa colaboración entre la Consejería de Sanidad y el Comisionado autonómico para la Droga.

Asimismo, se ha constituido un grupo de trabajo con profesionales de Sacyl, Comisionado autonómico para la Droga, Ayuntamiento y Diputación provincial de Valladolid y la Fundación Aldaba Proyecto Hombre, llamado Ícaro –alcohol que, promovido por el equipo de psiquiatría infanto-juvenil del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, para reducir los patrones habituales e intensos de consumo de alcohol en jóvenes menores de 21 años, especialmente en menores de edad.

Además, Sacyl tiene programas y consultas específicas para ayudar a las personas con problemas de alcohol y drogodependencias y colabora en distintos proyectos con otras instituciones sin ánimo de lucro como Cruz Roja o ACLAD.

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