León es la ciudad con las tarifas de agua más baratas en 2023, según el análisis de FACUA
León es la ciudad con las tarifas de agua más baratas en 2023, según el análisis de FACUA
Murcia y Ceuta repiten un año más como las que tienen los precios más altos.
La factura del agua varía hasta un 434,8% según la ciudad en la que se reside, de acuerdo a un estudio realizado por FACUA-Consumidores en Acción sobre las tarifas para el año 2023 del suministro domiciliario de agua en 57 ciudades españolas (ver tablas).
El estudio, finalizado en diciembre, abarca a todas las capitales de provincia y de comunidades autónomas (Santiago de Compostela y Mérida), además de las dos ciudades autónomas y las ciudades que tienen una mayor población que sus respectivas capitales de provincia (Gijón, Jerez de la Frontera y Vigo).
Las cinco ciudades más caras
El estudio pone de manifiesto que Murcia repite como la ciudad peninsular con las tarifas más caras para los dos perfiles de consumo analizados (9 y 13 metros cúbicos mensuales) y los dos calibres de contador (13 y 15 mm).
En el caso de contadores de 13 milímetros, Ceuta ocupa la primera posición para un consumo de 9 metros cúbicos, seguida de Murcia, Cádiz, Alicante y Barcelona. Para el caso de 13 metros cúbicos de consumo, las ciudades son Murcia, Ceuta, Alicante, Cádiz y Barcelona. Como se observa, se trata de las mismas ciudades pero varian sus posiciones, por ligeros cambios de precios.
Cuando el contador es de 15 milímetros, Ceuta, Murcia, Valencia, Cádiz y Alicante son las cinco ciudades más caras para 9 metros cúbicos de consumo (aunque según las tarifas aprobadas en Santa Cruz de Tenerife, esta ciudad está en el tercer puesto, lo cierto es que no hay ninguna vivienda allí con ese tipo de contador). En el caso de un consumo de 13 metros cúbicos, el ránking queda establecido en Ceuta, Murcia, Alicante, Cádiz y Huelva.
Las variaciones tarifarias suponen al año hasta un 361,2% de diferencia en el caso de viviendas con un contador de 13 mm si su consumo de 9 metros cúbicos mensuales,y de un 292,3% si el consumo es de 13 metros cúbicos. En el primer caso, las facturas van desde los 6,24 euros al mes que se pagan en León hasta los 28,79 de Ceuta.
Si el calibre del contador es de 15 milímetros, la diferencia es la más alta: un 434,8% para un consumo de 9 metros cúbicos. Si el consumo es de 13 metros cúbicos, un 340,9%. Las facturas mensuales van desde los 6,24 euros que se pagan igualmente en León hasta los 33,38 euros de Ceuta.
Las viviendas con un consumo de 9 m3, con un contador de calibre 13 mm, pagan en 2023 de media 14,83 euros, frente a los 15,15 euros que pagan aquellos hogares que tienen instalado un contador de 15 mm. En aquellas familias con un consumo de 13 m3 y un contador de 13 mm, el importe medio alcanza los 20,43 euros, frente a los 20,75 euros que abonan los hogares que consumen 13 m3 de agua con un contador de calibre 15 mm.
De media, las tarifas han bajado de entre el 0,1% y el 0,3%, motivado principalmente por la exención temporal del pago del canon autonómico que la Junta de Andalucía ha mantenido durante todo 2023, además de alguna que otra pequeña disminución de concepto o cánones de ciertos municipios.
Cuatro perfiles según consumo y calibre del contador
El estudio de FACUA toma como referencia dos modelos: una vivienda con tres habitantes y un consumo mensual de 9 o 13 metros cúbicos, con un contador de calibre 13 o 15 mm. Una de las principales conclusiones es que tan sólo nueve ciudades distinguen en sus tarifas el calibre del contador en estas dos modalidades, las dos más habituales en los hogares españoles: Albacete, Castellón, Girona, Guadalajara, Huelva, Huesca, Madrid, Valencia y Santa Cruz de Tenerife. Curiosamente, ésta última, la que sería la tercera ciudad más cara para el consumo de 9 metros cúbicos con un contador de 15 mm, no tiene instalado ningún contador de este calibre en la ciudad.
La asociación cuestiona la existencia de esta diferenciación de precios sobre la base del calibre del contador, dado que no existen razones técnicas para hacerlo. Así lo recogen las especificaciones de los propios fabricantes de contadores, así como los documentos técnicos de algunos operadores como Canal de Isabel II (es paradójico que, sin embargo, Madrid sea una de las ciudades que diferencia tarifas según el calibre del contador), y dos resoluciones emitidas por la Consejería de Industria de la Junta de Andalucía.
Grandes diferencias entre ciudades
Para un consumo de 9 m3, Ceuta es la ciudad con el agua más cara de las 57 analizadas en el caso de los contadores de 13 milímetros: 28,79 euros. Le siguen Murcia (26,27 euros), Cádiz (22,05 euros), Alicante (21,52 euros) y Barcelona (21,47 euros).
Si el consumo es de 13 m3, las ciudades intercambian sus posiciones: Murcia (34,40 euros), Ceuta (34,07 euros), Allicantwe (31,91 euros), Cádiz (31,08 euros) y Barcelona (29,86 euros).
Si el calibre del contador es de 15 milímetros, Ceuta es la ciudad más cara, también para ambos consumos: 33,38 euros en el caso de 9 m3 y 38,66 euros en el caso de 13 m3. Murcia baja a la segunda posición, con 26,27 y 34,40 euros, respectivamente.
A partir de la tercera ciudad más cara, las ciudades difieren dependiendo del consumo mensual. Para 9 m3 les sigue Valencia (23,18 euros), Cádiz (22,05 euros) y Alicante (21,52 euros) -si se obvia, una vez más, a Tenerife, donde no hay contadores de 15 mm-. Si el consumo es de 13 metros cúbicos, entonces en tercer lugar se encuentra Alicante (31,91 euros), Cádiz (31,08 euros) en cuarto y Huelva (30,08 euros) en quinta posición.
En el otro extremo, la tarifa más barata se encuentra en León, con un precio de 6,24 euros para un consumo de agua de 9 m3 cúbicos al mes, independientemente de si el calibre es de 13 o 15 mm. También es la ciudad más barata para un consumo mensual de 13 m3 sin importar el calibre del contador, con una tarifa de 8,77 euros.
Para un consumo de 9 m3, independientemente del calibre del contador, le siguen Palencia (71,4 euros), Soria (7,73 euros), Ourense (8,23 euros) y Salamanca (8,53 euros). Todas repiten como las más baratas en esta modalidad.
Si el consumo es de 13 metros cúbicos, Palencia sigue siendo la segunda ciudad más barata, sin importar calibre del contador (9,05 euros). A partir de la tercera ya difiere. Si el calibre es de 13 milímetros, la ciudad es Salamanca (10,51 euros), seguida por Soria (11,16 euros) y Guadalajara (11,79 euros). si es de 15 milímetros, se encuentran Soria (11,16 euros), Lugo (12,03 euros) y Ourense (12,12 euros).
18 de las 57 ciudades analizadas han modificado sus tarifas en 2023. La mayor subida se ha producido en Badajoz, un 18,0 y un 13,2% según el consumo (9 o 13 m3 mensuales). Por el contrario, la mitad han experimentado alguna bajada, aunque en su mayor parte debido a la disminución, excensión o eliminación de los cánones al agua, y no por una disminución de sus propios precios.
Tarifa progresiva
FACUA reclama a los ayuntamientos que adopten un sistema progresivo de tarificación que refleje mejor el consumo de los hogares por número de habitantes, de tal manera que se penalicen los consumos excesivos de una manera más realista y justa. Los consumos elevados en hogares en los que residen pocas personas podrían reflejar un despilfarro de agua que debería ser penalizado y resultar más caro que el consumo elevado de un hogar en el que residen muchas personas. Un sistema tarifario que contemple este tipo de cuestiones es más equitativo para la ciudadanía y asimismo permite premiar el ahorro con tarifas más asequibles.
De esta manera, los hogares con mayor número de habitantes y por lo tanto mayor consumo, podrán demostrar que no derrochan agua y no se verán penalizados por ello. Un precio unitario, sin considerar el número de personas por domicilio, impide conocer quién está realmente ahorrando en el consumo, valora FACUA.
Asimismo, la asociación considera imprescindible una regulación garantista frente al corte o suspensión del servicio, que defina y regule la situación de personas vulnerables de especial protección y que asegure un mínimo vital como un derecho de los usuarios. En este sentido, FACUA recuerda que la ONU ha reconocido el agua como un derecho humano y establece un cálculo (informe 35 sobre Derecho al Agua) que puede servir de referencia para establecer el mínimo vital. Así, la asociación recomienda que éste quede en cien litros por persona al día.
Para ello, es necesario potenciar la visión del ciclo integral del agua y abordarla desde una nueva regulación que garantice el acceso al suministro a toda la población, que reconozca su dimensión como derecho humano y recurso esencial para la vida, que respete el carácter renovable del recurso, garantice su uso sostenible, gestione la demanda para conseguir su uso eficiente y la calidad adecuada y los valores ambientales asociados al medio hídrico.
Cánones
24 de las 57 ciudades analizadas en el estudio de FACUA incluyen, en sus tarifas, diferentes cánones que pueden ser de ámbito local, provincial o autonómico. La finalidad de los mismos, salvo alguna excepción, es destinar lo recaudado a infraestructuras de abastecimiento, saneamiento y depuración.
Aquellas que no aplican ninguno son Albacete, Ávila, Barcelona, Bilbao, Burgos, Ceuta, Ciudad Real, Cuenca, Girona, Guadalajara, Las Palmas de Gran Canaria, León, Lleida, Logroño, Madrid, Melilla, Palencia, Pamplona, Salamanca, San Sebastián, Santa Cruz de Tenerife, Segovia, Soria, Tarragona, Toledo, Valladolid, Vitoria y Zamora.
Además, en Andalucía la Junta ha aprobado una exención en el pago del canon autonómico -que finaliza el 31 de diciembre-, por lo que la mayoría de ciudades andaluzas analizadas no han aplicado dicho concepto este 2023, mientras que otros sólo han mantenido los cánones municipales.
FACUA viene reclamando desde hace años la eliminación del canon de saneamiento que se aplica en el recibo del agua de los hogares de Extremadura, una tasa que se aplica desde 2012, pese a que desde entonces no se ha explicado qué finalidad persigue ni a qué obras o mejoras de la red se ha destinado su recaudación.
Carencia normativa
En España, el suministro domiciliario de agua es competencia de los ayuntamientos, que lo gestionan desde el propio ente, consorcios o mancomunidades, o a través del otorgamiento de las concesiones de servicio a empresas públicas, privadas o mixtas. Son estas entidades las que deciden las tarifas con carácter anual. Sin embargo, en ocasiones el saneamiento depende de las comunidades autónomas, de manera parcial o total, por lo que intervienen en las tarifas a través de diferentes cánones o impuestos.
FACUA reclama que los ayuntamientos y entidades gestoras den participación a las asociaciones de consumidores a la hora de diseñar las tarifas y aprobarlas. Además, la asociación insiste en demandar una norma marco que regule aspectos básicos del servicio; estructuras tarifarias, procedimientos de aprobación, condiciones del servicio, reclamaciones, contratación y participación.
La asociación considera que no puede hablarse de una gestión eficiente y eficaz del recurso si no se aborda de forma unitaria e integral en todas sus fases, desde la captación hasta la depuración, en lo que se viene denominando Ciclo Integral del Agua (abastecimiento, saneamiento y depuración). La regulación debe garantizar los principios de unidad de gestión, tratamiento integral, economía del agua, descentralización, coordinación, eficacia, participación de los usuarios y transparencia en la gestión del agua, rendición de cuentas de las entidades prestadoras de servicios de agua, garantía de calidad en los servicios públicos y corresponsabilidad de los usuarios en la prestación de dichos servicios públicos.
Asimismo, esta normativa debería abarcar las indemnizaciones por deficiencias de la calidad de los servicios que se pueden percibir en caso de cortes del suministro por motivos que no respondan a fuerza mayor o acciones de terceros o la periodicidad de lectura de los contadores y facturación.
FACUA considera que también deben quedar recogidas las condiciones de presión y caudal mínimas exigibles por los usuarios, los procedimientos que garanticen la suspensión o la baja en el suministro y los sistemas para la resolución de las reclamaciones.
A ello se le añade la necesidad de establecer una norma que clarifique el precio del agua y los conceptos repercutibles a los usuarios por parte del sector, con el fin de fomentar un modelo lo más claro posible.
La asociación también reivindica la obligación de que las empresas que prestan este servicio cuenten con teléfonos gratuitos y oficinas para la atención a los usuarios, y que estén adheridas a procedimientos de resolución extrajudicial de conflictos como el Sistema Arbitral de Consumo.
Metodología
Para realizar este estudio, FACUA ha tenido en cuenta el ciclo integral del agua: las cuotas fijas y variables facturables tanto por el abastecimiento como por el saneamiento, alcantarillado, depuración y/o vertidos, junto a los posibles cánones o recargos relacionados con la mejora de infraestructuras, impulsión, sequía, etc.
FACUA considera como cuotas fijas o de servicio aquellas que hay que pagar aunque no se haga uso de las mismas, mientras que las variables o de consumo dependen del volumen de agua consumida.
De los precios recogidos están excluidos conceptos como el alquiler y/o mantenimiento de contadores con importe independiente así como el IVA.
Para evaluar las cuotas fijas y variables de abastecimiento y saneamiento se ha tomado como referencia una vivienda habitada por tres miembros, con periodicidad mensual. Además, se han establecido dos consumos medios de 9 y 13 m3, obtenidos a través de contadores individuales de 13 y 15 mm de calibre.
Según la ciudad, la facturación puede realizarse de forma mensual, bimestral o trimestralmente, por lo que, al objeto de realizar el estudio, se ha calculado su equivalente mensual.
El estudio no recoge otros conceptos que influyen en el precio del agua, como son la disponibilidad y calidad del agua en origen, la calidad del servicio prestado o la existencia o no de subvenciones, tanto de explotación como de capital.