21 noviembre, 2024

Mayo consolida los buenos datos del empleo en León con 900 parados menos en un mes y 7.226 menos que hace un año

Buenas noticias en el mercado laboral provincial que contrastan con gran parte de los indicadores macroeconómicos que recalculan a la baja las previsiones de crecimiento del PIB por múltiples factores.

Por los datos conocidos hoy, el paro bajó en mayo en 900 personas en la provincia de León, un descenso del 3,53% que sitúa la cifra total de desempleados por debajo de las 25.000 personas, en concreto, en 24.612 parados. Se trata de una caída del desempleo ligeramente por encima de la media nacional (3,29%) y por debajo de la media de Castilla y León (3,85%).

La inmensa mayoría de trabajadores que borraron sus nombres de la lista del paro son del sector servicios (67% del total) pero también del resto de apartados que se comportaron positivamente en el último mes. A pesar de ello, el grueso del desempleo sigue concentrándose en servicios con 17.000 personas en busca de una oportunidad laboral en León.

El balance anual arroja un significativo descenso del paro del 22,79%, lo que equivale a 7.226 desempleados menos en la provincia, un porcentaje que se sitúa en línea con la caída media nacional (22,70%) y por debajo de la autonómica (24%).

En cuanto al número de cotizantes a la Seguridad Social, la afiliación subió un 0,6% en mayo y se situó en 162.392 personas, mil afiliados más que en abril.

Todas estas variables indican a priori que, pese a la elevada inflación, el encarecimiento continuo de la energía, de los combustibles y materias primas, los efectos perniciosos de la guerra en Ucrania y las previsiones macroeconómicas a la baja, el mercado laboral está siendo capaz de aguantar estos envites y consolidar la creación de empleo.

Sin embargo, persiste la preocupación porque hay otros muchos factores que podrían poner en peligro estos datos y conducirnos a una indeseable recesión si no hacemos nada para evitarlo. Desde el CEL consideramos que se debería reducir el gasto público o, al menos, ser más eficientes y reducir burocracia y administración, así como mejorar la competitividad de todos los sectores y recualificar y formar a un buen número de trabajadores para su recolocación, utilizando para ello la tecnología y encontrando soluciones ante la creciente dificultad que van a tener las empresas para encontrar y retener talento cualificado.

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